Ir al contenido principal

El joven Billy Wilder llega a los cines con 'Gente en domingo'

El suizo Cyril Schäublin ha comisariado un programa doble en diálogo con su filme Disturbios (estreno 24 de febrero) y que recupera los orígenes del creador de El apartamento.

El público español podrá disfrutar, a partir del 24 de febrero, del cine del joven Billy Wilder con la cinta Gente en domingo, en un programa doble con una de las películas más reconocidas por la crítica en 2022, Disturbios, del director suizo Cyril Schäublin. Se trata de la iniciativa TANDEM, creada por la distribuidora LOST&FOUND para poner en relación filmes contemporáneos con otros restaurados. Por eso invita a los cineastas con cada uno de sus estrenos a programar un filme que les haya influido en su proceso creativo. Y comienza ahora con este dúo entre Schäublin y Wilder. 

Ha sido el propio Schäublin quien ha elegido Gente en domingo (Menschen am Sonntag), obra de 1930 que retrata el Berlín de la época en una mezcla entre documental y ficción con actores no profesionales, adelantándose a propuestas artísticas hoy comunes. Para Disturbios Schäublin contó también con intérpretes sacados de la calle, buscando una reproducción fidedigna de la época que retrata, un valle relojero de la Suiza de finales del siglo XIX. Este es uno de los aspectos que ambos largometrajes comparten.

Gente en domingo fue el segundo guion de Billy Wilder, quien más tarde obtendría fama mundial en Hollywood rompiendo las barreras de todos los géneros cinematográficos y llegando a ganar seis premios Oscar. Lo reunió con los cineastas Edgar G. Ulmer (Detour) y Robert Siodmak (Forajidos), que se estrenaban en la dirección. En la fotografía estaba un joven Fred Zinnemann (De aquí a la eternidadSolo ante el peligro, cuatro Oscars).

Se trata de una conjunción de genios que huirían a Estados Unidos con la llegada del nazismo a Alemania, convirtiéndose en algunos de los realizadores más representativos y reputados del cine clásico. La producción de Gente en domingo fue un esfuerzo verdaderamente independiente y de lenguaje atípico que sacudió el panorama cinematográfico teutón del cine silente. Vista en retrospectiva, se reivindica como una de las grandes sinfonías urbanas de la historia del cine.

La cinta podrá verse en cines seleccionados en pases especiales junto a Disturbios desde el 24 de febrero. Cyril Schäublin vendrá a España a presentar ambos filmes en una gira de preestrenos entre los días 1 y 7 de febrero, que lo llevará a Madrid (Círculo de Bellas Artes), A Coruña (Filmoteca de Galicia), Sevilla (Avenida 5 Cines) y Barcelona (Zumzeig). Su visita a Madrid ha sido posible gracias al apoyo del Goethe-Institut.

 

_ _ _

Por qué Gente en domingo

Por Cyril Schäublin

 

MENSCHEN AM SONNTAG apareció el mismo año en que Siegfried Kracauer publicó su libro DIE ANGESTELLTEN ("Las masas asalariadas"), un estudio de la "vida cotidiana" de los trabajadores de la ciudad de Berlín en 1930, y la película y el libro comparten algunas misteriosas similitudes. Quizás la cuestión del punto de vista, de cómo y desde dónde mirar a la gente con un filme o con un libro. La idea cinematográfica de Siodmak, Ulmer y Wilder para MENSCHEN AM SONNTAG no encontró financiación y solo se realizó porque un tío rico de Siodmak compartió algunas de sus posesiones, 5000 marcos, con los que se hizo la cinta. 

Aunque podría pensarse que existía cierta "libertad" en el cine de los años veinte en Berlín, la producción y recepción de MENSCHEN AM SONNTAG demuestra que la industria cinematográfica ya tendía hacia enfoques estandarizados y centralizados en sus formas de producción y su discurso. MENSCHEN AM SONNTAG, usando únicamente actores denominados como "no profesionales", y al trabajar con estructuras que superan las soluciones sugeridas por el presupuesto o el capital, consiguió salirse de esos estándares y significados heredados. 

Quizá todo se remonte a la noción de lo que puede mostrarse de forma manifiesta en una película: cómo retratar la vida de las personas. MENSCHEN AM SONNTAG convoca lenguajes, rostros, manos, que -para mí- parecen tener lugar fuera de la liturgia del cine, y de sus definiciones y miradas centralizadas en él. Eso es lo que hace que esta cinta sea tan hermosa para mí y por lo que me encanta. Se adentra en un territorio más allá de todo eso, más allá de la afirmación de la realidad, que siempre es sospechosa. Como escribió Siegfried Kracauer en DIE ANGESTELLTEN en 1930: "La realidad es una construcción. La vida solo puede ser observada para que llegue a ser. Solo desde sus extremos puede ser iluminada".